Una conocida marca de embutidos ha tenido la genial idea publicitaria de «conceder» diplomas a supuestas amas de casa que, en estos tiempos de crisis, hacen auténticas virguerías para que el presupuesto familiar les llegue a fin de mes. A esa misma publicidad, en la tele, le han puesto nombre y apellidos: Elena Salgado. Claro que no se trata de la vicepresidenta económica del Gobierno de Zapatero, sino de una de las tantas Elenas Salgado que no disponen de los miles de millones delos Presupuestos Generales del Estado y aplican en sus hogares la teoría del ahorro para salir adelante.
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