2 de marzo de 2024

Felicidad: cómo nos relacionamos

Hace unos días tuvimos la oportunidad de presentar ‘Happiness and Domestic Life’ en la Universidad Europea Miguel de Cervantes en la ciudad española de Valladolid. Tres de sus profesores son autores de uno de los capítulos del libro y nos invitaron a hablar sobre Hogar y Felicidad en su Universidad. 

La profesora Raquel Martínez, Doctora en Psicología Positiva, explicó desde esta disciplina que la felicidad o el bienestar de la persona se estudia a través de distintos indicadores que plantean diferentes modelos, como son: la autoaceptación, el propósito de vida, la autonomía, el crecimiento personal, el dominio del entorno, la capacidad de comprometerse con uno mismo… Pero hay uno que se repite y que tiene que ver con las relaciones. 

Sin duda, el modo en que nos relacionamos es fundamental a la hora de poder valorar si somos felices o no… La prof. Martínez afirmó que nuestro futuro depende de cómo aprendimos en nuestro hogar a construir relaciones. Sabremos relacionarnos, mejor o peor, en función de cómo desarrollamos nuestro apego de pequeños. El apego es el vínculo afectivo que se forma en el primer año de vida gracias a nuestra interacción con nuestros cuidadores, con nuestras figuras de apego. Cuando las figuras de apego son incondicionales y atienden las necesidades del niño, el niño genera la expectativa de ser digno de ser amado y construirá sus relaciones futuras con seguridad. 

La profesora Celia Martín, Doctora en Organización de Empresas y experta en Recursos Humanos, buscó los paralelismos entre empresa y hogar, entendiendo ambas como dos esferas claves de la vida de la persona y en las que sería esencial para nuestra felicidad lograr un trasvase natural positivo, es decir que una nutra a la otra y viceversa. Ambos núcleos son lugares de desarrollo para la persona en distintas etapas de la vida, ambas tienen estructuras muy similares en pequeña y gran escala. Además, hoy en día, los límites de separación se antojan cada vez más difíciles de establecer, por lo que, sería fantástico trasladar ese componente humano del hogar a las empresas. 

Por otro parte, una de las motivaciones que el empleado suele valorar a la hora de elegir una empresa o de continuar en ella, es la de las relaciones personales con sus compañeros, superiores y resto del entorno laboral. De nuevo las relaciones. ¿Cómo son esas relaciones del grupo humano dentro de una empresa? ¿Existe la comunicación, nos cuidamos, cómo es el apoyo?

Elena y Ricardo, delegados de familia del arzobispado de Valladolid, insistieron en que el hogar es el lugar en el que se te quiere por lo que eres y en el que hay una palabra clave que no entiende de porcentajes, la entrega. En un hogar en el que se cuida la vida interior y la espiritualidad tiene un componente importante estar al servicio del otro, porque lo haces por amor. 

Decía Ricardo que en el hogar es, efectivamente, donde aprendemos a relacionarnos, donde aprendemos a dar las gracias, a pedir perdón, a respetar a los demás, y a cultivar la fe.  

Por último, el filósofo, Joaquín Estaban, Doctor en Filosofía y en Teoría de la Educación, reflexionó acerca del concepto actual del hogar y comparó el hogar sedentario, reposado, atemporal con los “hogares líquidos” que surgen hoy, en el que todo es fruto de la rapidez, en los que no hay línea temporal y es más difícil echar raíces. 

El “hogar líquido” es lo que los antropólogos denominan el “no lugar”, son módulos de conexiones, pero no preparados para anidar, para habitar. Si pensamos en la casa, una casa no es un hogar, a menos que sea una casa vivida. ¿Pero qué es vivir? ¿Es inercia biológica? La casa tiene que ser hospitalaria para que se realice la esencia sagrada de la vida humana, la casa tiene que ser encendida… Pero, ¿hay que construir para habitar o el habitar es previo al construir? el hogar no es un sitio, es un estado de conciencia, un vínculo, una relación con lo otro, con los otros, con las cosas. Es el sitio donde nos desvelamos para cuidar a los demás.

A esta reflexión sobre los hogares líquidos le dedicaremos otro post próximamente porque nos lleva a pensar si se puede habitar así o no y a descubrir una realidad cada vez más predominante en la que merece la pena profundizar.

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5 de enero de 2024

Las #tradwives, las novias que se quedan en casa y su propuesta postiza

Las SAHG y tradwives acaban resultando ser figuras hechas por y para las redes sociales, productos digitales que no sirven para una defensa atinada de la familia y la vida doméstica “real”: su atractivo reside menos en lo que dicen y más en el aspecto que tienen mientras lo dicen. A diferencia de la propuesta de vida planteada por la “nueva domesticidad” de 2013, estas dos tendencias se parecen más a un juego de roles de una fantasía de dominación y sumisión que a un planteamiento vital serio y duradero, caricaturizando por el camino a las verdaderas amas de casa.


15 de junio de 2023

In conversation with… sobre el origen de Home Renaissance Foundation


María Sahuquillo es gestora profesional de hogares y consultora de comunicación. Hace 19 años participó en los primeros pasos que fraguaron Home Renaissance Foundation. “Se tenía claro el objetivo: lograr devolver al hogar su lugar central en la sociedad; pero había que definir el foco de la investigación e identificar académicos que estudiasen el rol del hogar. Así empezó todo”.


¿Por qué ese objetivo?

Con el cambio de milenio, en la sociedad se percibía una cierta crisis en los hogares que, después de los años, sabemos que son una fuente fundamental tanto para la estabilidad personal y profesional, como para el fortalecimiento de la familia. Pero debíamos evidenciarlo científicamente.

Para ello, a finales de 2004, liderados por una fundación educativa inglesa nos reunimos en Roma con otras entidades y expertos de cinco países con el fin de poner en común esta preocupación. Así se empezó a trabajar en el Congreso que se celebró en 2006 en Londres abordando la repercusión de una alimentación sana en un estilo de vida equilibrado.


Hubo personas clave en este proceso…

Sí, Bryan K. Sanderson tomó las riendas enseguida, es un hombre de negocios que ha dirigido empresas líderes y que ya había percibido el impacto del hogar en sus trabajadores. El primer comité científico también fue esencial, lo formaron académicos que desde sus universidades y debido a la crisis económica internacional que atravesaba el mundo, ya habían empezado a estudiar las implicaciones económicas, sociales, de salud y sociológicas que una gestión errónea de los hogares tenía en la sociedad.

Ante una situación así, parecía evidente que una gestión adecuada de los recursos domésticos podría contribuir a paliar los efectos de la crisis, pero parecía necesario entender de qué modo el hogar estaba relacionado con todos esos ámbitos. Por este motivo, Home Renaissance Foundation nació con esa vocación internacional e interdisciplinar.


El Congreso fue un éxito de crítica y público…

Sí, nos ayudó a descubrir o a comprobar que la preocupación por los hogares era real, que existía un interés internacional por estudiar este tema con un enfoque plural, universal y transversal y que merecía la pena dar continuidad a ese esfuerzo inicial con la constitución de un think tank con sede en Reino Unido, un país con un potencial catalizador muy grande, capaz de provocar los principales cambios sociales de la historia.


Han pasado los años, el trabajo de Home Renaissance Foundation (HRF)  puede verse a través de los muchos congresos, reuniones de expertos, publicaciones y proyectos a sus espaldas, pero no sé hasta que punto los medios se muestran interesados por este tema…

Es verdad que los medios no prestan atención al hogar de un modo, valga la redundancia, mediático. Sin embargo, hay ámbitos de opinión pública en los que se pone de manifiesto la importancia del hogar. Me refiero, por ejemplo, a la publicidad que apela a lo doméstico para vender, como referencia de lo que es grato, de lo que es bueno. También en las redes sociales, especialmente en Instagram hay una proliferación de cuentas que evidencian que el cuidado a la persona requiere cada vez más una mayor profesionalización y exige una preparación adecuada y unos conocimientos específicos.


Dice el refrán que la diferencia entre una casa y un hogar es el amor… después de tantos años de trabajo, de todo lo estudiado, ¿qué dirías tú que es el hogar y qué retos nos encontramos por delante?

Para mí, el hogar es el lugar de la gratuidad, del amor desinteresado y del crecimiento personal. Uno llega a ser lo que realmente está llamado a ser gracias a ese tipo de relación que se establece en un ámbito de intimidad. Una relación que se fragua también compartiendo la materialidad del trabajo que implica el cuidado de cada miembro de la familia. Si esto no se cumple puede truncarse una vida entera.

Y con respecto a los retos, clarísimamente la divulgación del pensamiento generado a lo largo de estos años. Cada vez son más las instituciones o entidades internacionales que confían en la investigación de HRF y que encargan informes, como es el caso último de Naciones Unidas pero sería fantástico que este mensaje que tienen un componente científico llegara a otras capas de la sociedad, que las marcas se identificaran con él. El hogar, pese a ser universal, tiene un componente cultural muy fuerte, enriquecería mucho el discurso si llegásemos con el mensaje en su propio idioma a cada país del mundo.

El principal potenciador de la comida basura es el tiempo que te falta

La comida basura vive un momento de esplendor. Cada vez hay más cantidad, más variedad, más disponibilidad… y mayor consumo. Algunos datos, como el que sigue, son apabullantes: en España comemos entre 160 y 240 kilos de ultraprocesados por persona cada año. O, lo que es lo mismo, alrededor de medio kilo de ultraprocesados al día.

La cifra, recogida por el investigador del CSIC Javier Sánchez Perona en su libro "Los alimentos ultraprocesados" (Catarata, 2022), refleja más un consumo sostenido que uno esporádico, muy a pesar de la publicidad o de las frases hechas que ensalzan la idea del capricho excepcional. Un día es un día, sí, pero al cabo de treinta nos tragamos 15 kilos de excepciones.  (...)

Alimentarse a diario de manera saludable requiere pensar menús y preparar comidas, ir a la compra, prestar atención a las ofertas, saber interpretar las etiquetas, escoger unos alimentos en lugar de otros y pasar de largo en los estantes de ultraprocesados. Exige no sucumbir, no despistarse y sortear las trampas del “no pasa nada” y de la falsa excepcionalidad.

Para plantearnos todas estas cosas –no digamos ya ejecutarlas– necesitamos tiempo. Tiempo para informarnos y para pensar, para descansar sin ruidos de compraventa, para desarrollar cierta indiferencia ante el marketing de lo malsano y para avanzar en una dirección cuando casi todo a nuestro alrededor empuja en la dirección contraria. Así, lograr que la comida saludable sea un hábito exige algo más que dinero.

15 de abril de 2023

Aprender a cocinar después de los 60: obligación para unos y distracción para otros

Muchas personas, en su mayoría hombres, alcanzan la edad de jubilación sin tener nociones básicas de cocina, pero nunca es tarde para aprender y cada vez hay más iniciativas por toda España que lo facilitan

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El trabajo del hogar tiene un impacto fundamental en el bienestar personal, profesional y familiar



El trabajo doméstico es un trabajo esencial. De alguna manera, hay que preparar las comidas, hacer las compras, limpiar el baño, supervisar la tarea de los niños. Pero, ¿qué importancia tiene para nosotros, en comparación con las exigencias del empleo remunerado? ¿Podremos disfrutarlo alguna vez? ¿O servir la cena es simplemente "más trabajo" que agota aún más nuestros recursos después de un día agotador en la oficina?

Para explorar las actitudes hacia las tareas del hogar, la Home Renaissance Foundation, con sede en Londres, se asoció con el Centro Internacional de Trabajo y Familia de IESE Business School (ICWF) en un estudio de 65 parejas en el mundo anglosajón, con hijos, y ambos trabajando a tiempo completo fuera del hogar.

En el estudio descubrimos que una actitud positiva hacia las tareas del hogar condujo a niveles más altos de: 
  • Empoderamiento psicológico en el trabajo, o tener una sensación de control sobre su trabajo. El empoderamiento psicológico fue un 8,5% mayor entre quienes encontraron algo de alegría en las tareas del hogar. 
  • Satisfacción laboral , que en promedio fue un 20% mayor entre las personas que reportaron disfrutar de las tareas del hogar 
  • Compromiso laboral , o sentirse involucrado y absorbido por su trabajo, que fue un 27% más alto Elaboración de trabajos o comportamientos proactivos para personalizar su trabajo según sus necesidades y preferencias, que fue un 18% más alto

Persona, Familia, hogar

No me resisto a recuperar un fragmento de un post de Antonio Argandoña, profesor emérito del IESE: "La familia se caracteriza por el cuidado: no en abstracto, sino con cada uno. Porque todos somos vulnerables y dependientes: lo fuimos cuando éramos bebés, lo volveremos a ser cuando nos hagamos viejos. Ganamos autonomía, pero la ponemos al servicio de los demás. El hogar es una organización preparada para cuidar. Siempre. A todos. Por eso, el hogar es el lugar al que se vuelve. Es una organización multipropósito: todos hacemos muchas cosas, que van cambiando en el tiempo: las funciones del hogar no son siempre las mismas, pero todas son importantes. Hemos de estar dispuestos a hacer lo que haga falta: como decía aquel, a planchar un huevo o freír una camisa".

21 de enero de 2023

Amas de casa, la revolución del servicio

Ser ama de casa hoy en día es mucho más que poner lavadoras, preparar la comida o limpiar la casa, eso lo puede hacer un empleado, un marido, los hijos…; ser ama de casa es estar al servicio en el sentido amplio del término, es una diakonía. (...) ¡vivan las amas de casa!

Porque no hablo de quienes no tuvieron otra oportunidad, no hablo de quienes fueron obligadas a quedarse en casa en términos de desigualdad, hablo de quienes libre y voluntariamente, conscientes de la importancia de la familia como núcleo vital o quizá sin un discernimiento tan profundo, sino simplemente guiadas por el sentido práctico, decidieron que lo mejor para sus hijos, para su marido y para ellas mismas era encargarse en exclusiva de cuidar de los suyos.

Son muchas hoy en día las profesionales altamente capacitadas y bien situadas en el mercado laboral, con maridos implicados en las tareas domésticas, que viven una relación igualitaria, pero que se dan cuenta de que las promesas de felicidad que les ofrecía la carrera profesional no han cubierto sus expectativas y que, en un movimiento revolucionario, vuelven al hogar a hacer ese trabajo que no se cotiza en euros, porque dar la vida por los demás no puede pagarse. (...)

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25 de agosto de 2021

Participar en las tareas del hogar puede mejorar la salud del cerebro en los adultos

Realizar tareas domésticas como barrer, fregar o limpiar cristales podría dejar de ser considerado como una carga para una gran parte de las familias ya que, según un reciente estudio canadiense, dedicar tiempo a las tareas del hogar puede mejorar la salud del cerebro y, sobre todo, podría beneficiar a las personas mayores.

(...) La planificación y la organización involucradas en las tareas del hogar pueden promover la formación de nuevas conexiones neuronales a lo largo del tiempo, incluso a medida que envejecemos. Y, en tercer lugar, podría ser que los adultos mayores que realizaban más tareas domésticas pasaran menos tiempo sedentarios, lo que se ha demostrado que está asociado con resultados de salud negativos, incluida la mala salud del cerebro.

«Además de ayudar a orientar las recomendaciones de actividad física para los adultos mayores, estos hallazgos también pueden motivarlos a ser más activos, ya que las tareas del hogar son un aspecto natural y, a menudo, necesario de la vida diaria de muchas personas y, por lo tanto, parecen más alcanzables», señala la doctora Nicole Anderson, científico principal del RRI, director del programa de investigación interprofesional Ben and Hilda Katz en cuidados geriátricos y de demencia, y autor principal de este estudio.

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