La investigadora del
Centro de Ciencias Sociales y Humanas del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) ha realizado un estudio para la
Fundación BBVA sobre «El trabajo no remunerado en la economía global» en
el que analiza los pormenores de la situación de los dependientes en
nuestro país y en el que apunta a uno de los efectos que la crisis
económica está teniendo sobre el cuidado a los mayores: la vuelta al
hogar familiar desde las residencias de ancianos. (...)
Una de las vías que ha tomado la sociedad para solucionar el cuidado de los dependientes es “el traspaso del trabajo no remunerado que antes asumía la familia en el hogar, al mercado laboral” con la contratación de cuidadores. Durán ha indicado que esta actividad se “solapa” con la de los empleados del hogar “ya que en muchos casos es el mismo empleado el que asume el cuidado de la casa y del dependiente”.
Una de las vías que ha tomado la sociedad para solucionar el cuidado de los dependientes es “el traspaso del trabajo no remunerado que antes asumía la familia en el hogar, al mercado laboral” con la contratación de cuidadores. Durán ha indicado que esta actividad se “solapa” con la de los empleados del hogar “ya que en muchos casos es el mismo empleado el que asume el cuidado de la casa y del dependiente”.
Las cifras sobre el trabajo doméstico remunerado son desconcertantes porque, según Durán, “ni están todos los que son, ni son todos los que están”. En este sentido, ha explicado que entra las estimaciones de la Encuesta de Población Activa (EPA) y los registros de altas en la Seguridad Social, el sector adelgaza casi la mitad, “algo que viene sucediendo desde hace años”, ha indicado.
Durán ha señalado que en el plazo de cinco años está previsto que los trabajadores de este sector se equiparen plenamente en derechos y obligaciones al resto de los trabajadores. “Para el Gobierno la equiparación obliga a decidir cómo financiará la cobertura de los nuevos derechos conseguidos por los trabajadores: tiene que optar entre que lo financien los propios trabajadores (autónomos); que lo hagan los empleadores; o que lo haga el resto de ciudadanos a través de impuestos generales”, ha señalado la investigadora.
Pero, según ha señalado, “sólo los hogares españoles que ingresan mensualmente más de 5.000 euros (un 3,8%) son los que podrían destinar una cuarta parte de sus ingresos, si así lo priorizan, a pagar el sueldo y los gastos derivados de un empleado de hogar.
En este sentido Durán ha pedido que “se incluya a los hogares en el mercado macroeconómico”, ya que, a su juicio, es “una de las patas fundamentales de la economía del país”. “Si no estamos peor, en cuanto a situación económica se refiere” es “porque los hogares han funcionado muy bien, haciendo sin dinero lo que la gente necesita”, ha concluido.
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