Expertas en sacar todo el jugo al presupuesto doméstico las amas de casa se las apañan para que la familia llegue a fin de mes
Emilia Pérez Risco compra un pollo, medio kilo de
mollejas y un cuarto de higaditos y es capaz de conseguir una sopa de
buñuelillos, otra de pasta, un puchero y hasta un arroz. No es que tenga
poderes paranormales esta vecina de Arroyomolinos de Montánchez.
Sucede, simplemente, que es ama de casa y no le ha quedado más remedio
que buscarle las vueltas al presupuesto familiar para llegar a fin de
mes.
Esta mujer de 58 años cuenta, además, con una ventaja de
la que se siente especialmente orgullosa y que le permite llevar la
situación con especial arresto. «Yo soy del 54 y estoy acostumbrada a
vivir con esto. Mi madre siempre decía que hay que guardar para cuando
no se tenga y eso es lo que yo hago. Hay muchas maneras de ahorrar para
poder pagar todos los recibos y además comer», sentencia.(...)
El cambio de menú es una de las fórmulas de la que han
tirado las amas de casa para que el monedero dé un poco más de sí, de
manera que en muchos casos se opta por sustituir productos como la carne
o el pescado fresco por legumbres, por ejemplo.
La olla ha ido ganando puntos frente a la sartén, entre
otras cosas porque utilizarla para cocinar supone un ahorro de tiempo
que se traduce en menos gasto eléctrico si se tiene vitrocerámica o de
butano si se tiene cocina de gas. (...)
Es el día a día de muchas extremeñas que han tenido que
cambiar sus hábitos de consumo y sus costumbres domésticas con el fin de
exprimirle hasta la última gota a la cartilla con el objetivo de
alcanzar la meta de fin de mes con más seguridad.
«La mujer tiene una especial capacidad para administrar
el dinero que entra en casa y estirarlo hasta final de mes», dice la
economista Sánchez Escobedo.
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