¿Es posible conseguir que los más pequeños de la casa coman alimentos sanos y además se diviertan?
Mediante los juegos más divertidos, los chicos aprenden a trabajar en equipo y a sentir verdadera pasión por la superación.
"La cocina requiere constancia y perseverancia, además de un toque de
creatividad, valores que tratamos de inculcar a nuestros pequeños
clientes", declara Sonsoles.
Al final de la jornada, los niños se muestran enormemente satisfechos de su labor como cocineros. "Se sienten muy orgullosos de lo que han cocinado y siempre quieren llevarse comida a casa para que la prueben sus padres".
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