8 de febrero de 2016

Padres y madres por horas

A partir de las nueve de la mañana comienza a sonar el timbre en un acogedor piso en el madrileño barrio de La Latina. Todo está preparado; los juguetes y materiales están estratégicamente colocados en el suelo para que quienes están a punto de llegar dar rienda suelta a su imaginación, experimentar y jugar libremente.

No hay abundancia de muñecos o cacharros, y los que hay están fabricados con madera, lana, u otros materiales naturales. Tampoco se aprecia una decoración recargada, más bien al contrario. El ambiente que se respira en la casa recuerda en todo momento lo que es. Un hogar.

Aunque tenga sus particularidades como una mesita pequeña con cuatro sillas del mismo tamaño, un banquito en la entrada donde justo encima hay una estantería con unas cajoneras repletas de pañales, o un cuarto con pequeñas colchonetas en el suelo para descansar.

Noticia

No hay comentarios: