9 de septiembre de 2016

Niños cocineros contra la obesidad infantil

(...) En la adolescencia, el problema de la alimentación puede agravarse. Condicionados por las redes sociales, apoyados por ciertas páginas webs y llevados por la fuerza del grupo, muchos jóvenes intentan cambiar en cierto modo sus hábitos alimenticios.

A esa edad tienen cierta autonomía para comprar y los consejos de los padres se cuestionan en lugar de valorarlos. ¿Y entonces? Se trata de educarlos en la alimentación saludable desde que son pequeños.

«El principal consejo es el ejemplo: que vean que sus padres y los demás miembros de la familia comen lo mismo -fruta, verdura, etc.-. También saber presentar los alimentos de una forma apetitosa: por ejemplo, que el plato principal tenga un tamaño más pequeño, pero se acompañe de una guarnición que varíe cada día; no presentar los platos colmados -es más útil poner la misma cantidad en un plato grande-; dejar tiempo suficiente para comer y hacer que coman en la mesa, sin distracciones -mejor que no sea delante de la televisión-», aconseja el Dr. Moreno.

Ah, y aquello de utilizar la comida como premio o castigo, olvídenlo, comerse todas las acelgas no debe llevar implícito una recompensa con helado.

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