Realizar tareas domésticas como barrer, fregar o limpiar cristales podría dejar de ser considerado como una carga para una gran parte de las familias ya que, según un reciente estudio canadiense, dedicar tiempo a las tareas del hogar puede mejorar la salud del cerebro y, sobre todo, podría beneficiar a las personas mayores.
(...) La planificación y la organización involucradas en las tareas del hogar pueden promover la formación de nuevas conexiones neuronales a lo largo del tiempo, incluso a medida que envejecemos. Y, en tercer lugar, podría ser que los adultos mayores que realizaban más tareas domésticas pasaran menos tiempo sedentarios, lo que se ha demostrado que está asociado con resultados de salud negativos, incluida la mala salud del cerebro.
«Además de ayudar a orientar las recomendaciones de actividad física para los adultos mayores, estos hallazgos también pueden motivarlos a ser más activos, ya que las tareas del hogar son un aspecto natural y, a menudo, necesario de la vida diaria de muchas personas y, por lo tanto, parecen más alcanzables», señala la doctora Nicole Anderson, científico principal del RRI, director del programa de investigación interprofesional Ben and Hilda Katz en cuidados geriátricos y de demencia, y autor principal de este estudio.
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